Camino en línea recta, no hay nada que pueda distraerme. Realmente deseo que esté al otro lado de la calle, allí buscándome entre la gente de paso apresurado.El semáforo da luz verde. Cruzo, pero nunca está esperandome.
lunes, 4 de mayo de 2009
NADA
Ya no queda en qué creer, ni siquiera puedo dormir, ya no queda nada por qué despertar. Es como un globo que está pequeño, pero se va inflando e inflando hasta que ya no da más, es justo que deba explotar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)